La AICCP celebró el pasado 16 de mayo una segunda jornada temática centrada en las carreteras españolas. Las redes de carreteras son por definición un trabajo inacabado. Cuando revisamos la historia de las vías españolas durante los últimos doscientos años, en cada acto planificador hay un deseo explícito de dar por finalizada la tarea sin que fuéramos conscientes de que ese deseo es imposible de satisfacer.
Vicent Esteban y Tomás A. Sancho, presidente y vicepresidente de la AICCP, acompañados por Carlos del Álamo, presidente del IIE, presentaban este encuentro, cuyo objetivo era vislumbrar algunos de los elementos que definirán las carreteras españolas de las próximas décadas, pero al mismo tiempo tenemos que seguir gestionando el impresionante activo público que representa la red de vías españolas. Gestión que se debe realizar en el contexto económico más complejo en varias décadas, y donde las nuevas estrategias y tecnologías se nos presentan como resortes imprescindibles para asegurar no solo la seguridad, sino la eficiencia y la protección medioambiental, es decir, la sostenibilidad de todo el sistema.
El primero en intervenir fue Aniceto Zaragoza, vocal de la Junta de la AICCP, quien centró su discurso en los retos del sector de la carretera entre los que destacó la introducción del vehículo autónomo; la importancia de la electrificación del transporte mercantil, sobre todo en vehículos pesados; la conducción cooperativa, sensorizada, redundante y envolvente; cambio de responsabilidad en la accidentalidad; o la disminución de la huella sobre el terreno y menor fragmentación del territorio. “El principal reto es la gestión del cambio y del patrimonio”, concluía Zaragoza.
A continuación, César Lanza, director de Tecnova Ingeniería y Sistemas, se ocupó del Roadmap-2030, un plan de futuro para la red de carreteras tras hacer un repaso por la situación de las mismas hasta el momento y de cuáles eran los factores que estaban propiciando un cambio en el sistema: electrificación del vehículo automóvil; tendencias hacia la autonomía y la circulación ‘inteligente’ de los vehículos; auge de la movilidad compartida y nuevos servicios basados en la digitalización; evolución del modelo de valor de las carreteras (gestión activa de oferta-demanda); y funcionalidad e interoperabilidad de la red, en cooperación con otros actores institucionales y privados.
De esta manera, estableció qué acciones se pueden llevar a cabo en esta materia: información relevante sobre el estado de la cuestión –¿qué se hace en otros países, qué propuestas se están considerando, qué plantea la industria?–; visión prospectiva de la Red de Carreteras –la opinión de los “expertos” (grupo pluridisciplinar e intersectorial) y su puesta en común (libro blanco o similar)–; y anticipar el futuro –Roadmap_2030 como articulación de propuestas para la transición hacia una Red de Carreteras orientada al transporte de bajas emisiones, la movilidad inteligente y la sostenibilidad económica–.
Por su parte, Jaime López-Cuervo, subdirector adjunto de Conservación de la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento, explicó a los asistentes el sistema Terex, sistema de inventario y reconocimiento del estado de las carreteras que emplea la administración para establecer las líneas de actuación en gestión de la conservación y que están implantando a nivel nacional. Así, para ellos es fundamental marcar una línea de trabajo, centralizar la información, facilitar la toma de datos en campo, coordinar los sistemas de gestión, facilitar la representación gráfica de los datos o introducir una sistemática de trabajo continua para el adjudicatario.
Durante la mesa redonda, conducida por Antonio Papell, ICCP, periodista y escritor, los ponentes Jacobo Díaz, director general de la AEC, Jorge Ley, vicepresidente 2º de la ACHE, Federico Soria, presidente de ACEX, y José Luis Peña, de ASEFMA, charlaron sobre el mantenimiento de las carreteras españolas. Papell introdujo el tema de debate poniendo de manifiesto la importancia que tiene esta materia en la seguridad de la circulación, para lo que sería necesaria una “inyección en la inversión”.
Jacobo Díaz apuntó que la red de carreteras está en una situación de conservación “mejorable porque tenemos una red de carreteras excelente, pero no hemos sabido mantenerla”. Enumeró los peligros que esto podría ocasionar en cuanto a la seguridad y en cuanto a emisiones de gases de efecto invernadero. “El reto sigue siendo la financiación, no se puede gestionar el mantenimiento con las cuotas actuales por lo que el apoyo podría venir del pago por uso, por ejemplo”.
Jorge Ley se centró en la conservación y el mantenimiento de los 9.000 puentes con los que cuenta la red española de carreteras (con un valor patrimonial de 2.700 millones de euros). “Lo razonable sería dedicar del orden del 2 % del presupuesto para no dejar caer en una mala situación a esos puentes. Nuestra Administración está trabajando en obras de emergencia y no en obras de reparación”.
Federico Soria afirmó que “no se trata de una mala conservación sino de recursos insuficientes”. Para conservar cualquier elemento, es importante mantener su funcionalidad, así como su valor patrimonial, aunque este es difícil de calcular. Y señaló la problemática de la accidentalidad. “Hay que pedir una inversión sistemática y a largo plazo”, sentenció.
José Luis Peña subrayó que tenemos la segunda red de carreteras de Europa y apostó por la descarbonización, para lo que es necesaria una buena conservación de las carreteras. Además, menor daño a vehículos, mayor seguridad vial… “Aquí las administraciones públicas tienen un reto para el que trabajar”.
Para finalizar la jornada, Tomás A. Sancho, vicepresidente de la AICCP, presentó las conclusiones del encuentro y procedió a la clausura del mismo. “Esta jornada abre horizontes y es muy interesante porque los tiempos cambian y los profesionales tienen que cambiar la manera de hacer las cosas apoyados en la tecnología. Los ingenieros de Caminos tienen que ser motores del cambio”. La financiación es un reto importante “porque sin medios no se puede dar buen servicio”. Entre el futuro y el hoy hay un periodo de convivencia que hay que saber gestionar bien, “pero no se puede estirar más de lo debido la vida útil de las infraestructuras”.